La Santisima Trinidad es la mejor comunidad
Published 7:29 pm Friday, June 4, 2010
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Queridos Hermanos: Cada da repetimos esta invocacin muchas veces. Con ella comenzamos la Misa y con ella recibiremos la bendicin final. ¿Lo hacemos conscientemente? Hoy es la gran fiesta de la Santsima Trinidad. Digamos con fe: ¡Señor yo te adoro!
En esta vida no podremos entender el misterio, pero al menos reconozcamos que la fuente de nuestra vida es Dios. Se cuenta que un da San Agustn estaba buscando razones para entender el misterio de Dios Padre, Hijo y Espritu Santo: ¿Tres personas distintas en un solo Dios veradadero? En ese momento vio en la playa a un niño que quera vaciar toda el agua del mar en un pequeño agujero excavado en la arena. Comprendi entonces que, as como era imposible encerrar algo tan grande en un espacio tan pequeño, as también era imposible que nuestra pobre mente humana pudiera contener la inmensidad de Dios.
El sacramento del Bautismo nos transform en templos de la Santsima Trinidad. “En Dios existimos, nos movemos y somos”, deca San Pablo, Él habita en nosotros y es ms nuestro que nosotros mismos. Nos rodea por todas partes, vivimos en él y por él y, debido a su inmensidad, no lo podemos percibir. Para entenderlo se me ocurre la fbula del pececillo sin experiencia, que buscaba el océano desesperadamente. Un da le pregunta a un pez anciano: ¿Podrais indicarme dnde est el océano puesto que he odo hablar de él y no lo encuentro? El océano -le respondi el viejo pez- est aqu, donde nos hallamos, es el lugar donde vivimos, es la inmensidad de esta agua que nos da vida y nos protege. Estamos inmersos en él y de ninguna manera podemos salir de él sin morir.
El Papa Benedicto nos recuerda que “todo el universo habla de Dios uno y trino para quien tiene fe. Desde los espacios interestelares hasta las partculas microscpicas”. Y Santa Teresita de los Andes al contemplar los mares del sur exclamaba: “Cuando pienso que tengo que abandonarlo todo le digo al Señor que todo lo bello y lo grande lo encuentro en Él. ¡La naturaleza lleva a Dios! ¡Yo amo tanto estos mares y estas montañas! ¡En Dios poseo todos los valles, todos los lagos, todos los paisajes! ¿Qué se puede buscar que no esté en Jesús?”
El creyente habla con Dios, se postra a sus pies y lo adora. Queridos hermanos, vivamos de cara a Dios y que nada nos robe la vida divina que es la gracia santificante. Dios nos ama y quiere ser amado. Slo el pecado puede matar el amor de Dios. Y que ahora brote de nuestro corazn la alabanza ms perfecta: Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.