Tradicin, tradicin
Published 2:33 pm Friday, August 28, 2009
Hay un musical que hace anos sali en Broadway y después en Hollywood que se llamaba “Fiddler on the Roof.”
Trataba de una familia juda con 5 hijas El padre Tevye trataba de mantener las tradiciones en medio de nuevas influencias de la sociedad y tuvo dificultad en abrirse a otra idea. El canto ms famoso del musical se llama “Tradicin, tradicin.”
Creo que el evangelio de hoy trata de una tensin en el tiempo de Jesús entre las tradiciones y religiosidad demasiado ritualista de los fariseos y las actitudes y las prcticas de solidaridad implicadas por Jesús para hacer realidad el Reino de su Padre y para mostrar que hay otra manera de vivir.
La lectura de Marcos 7,1-23 se trata del dualismo que viva la sociedad en eso tiempo. Por un lado fueron los que vivieron por ritos vacos que tuvieron que cumplir porque fue la Ley. Muchas veces el pie de la letra de la ley vala ms que la persona. Jesús, cuando ellos criticaron a los discpulos por no lavar las manos (lo que la Ley mand), dijo que la verdadera “limpieza” no vino de lavar las manos o creerse limpio, sino que vino de una conversin de corazn y por poner en prctica la nueva ley del amor que nos exige que hagamos gestos auténticos .
Hoy encontramos en nuestra cultura latin oamericana el mismo dualismo entre la prctica de una tradicin que hace cosas porque siempre las hemos hecho y un cristianismo que viene de nuestro corazn y no solamente de nuestros labios o de nuestra memoria del pasado. Santiago 1,17-27 nos dice en la segunda lectura que no es suficiente or la Palabra, sino ponerla en prctica. Es la diferencia entre los fundamentalistas que leen la Biblia sin entender el contexto en que fue escrita y la recita de memoria y no se notan las necesidades de los dems de hoy y los que leen la Palabra desde su propia realidad en grupos de estudio en parroquias o en casa para ponerla en prctica en su comunidad. Los fariseos del tiempo de Jesús terminaron conflictos por decir “Pero, siempre ha sido as”. Nosotros no somos robotes sino personas con inteligencia, abiertos a lo nuevo y siempre creando otras maneras de responder a las situaciones que nos exigen cambios en nuestra vida.
Nuestra fe no es esttica, es dinmica y crece no por ritos secos sino por vidas vividas auténticamente como seres humanos, como hermanos y hermanas.